El 21 de Diciembre CVX-Granada se ha reunido en comunidad para celebrar la Eucaristía de Navidad que tenemos por costumbre hacer.
La música sonó en comunidad. Llenos del Espíritu Santo, pudimos entonar nuestras voces y nuestros corazones. Nuestro asistente, Jaime Flaquer SJ, nos decía que, gracias a ese Espíritu, podíamos vibrar juntos, como las cuerdas de una guitarra, que tocando una la otra vibra por resonancia. Con esa resonancia del Espíritu, podemos llevar el amor de Dios y llenar los corazones de los que nos rodean.
Como manda la tradición tuvimos un pequeño detalle navideño a través de unas velas de la corona, que nos recordaban lo orado en el retiro de Adviento. Simbolizamos en ellas, de distintos aromas y colores, cómo de diversa es nuestra comunidad y, las palabras claves, vigilancia, acogida, alegría y esperanza. Nuestro deseo, con ellas encendidas, de ser portadores de la luz de nuestro Señor.
Antes de finalizar, procedimos al relevo en los miembros del consejo local. Pudimos agradecer a Gema sus dos años dedicados al servicio de la comunidad, uno como agente apostólico y otro como coordinadora de la comunidad, y enviamos a Mari Carmen en su nueva etapa en dicho consejo, muy agradecidos por su disponibilidad e ilusionados con el camino que tenemos que recorrer, deseo de seguir bogando mar adentro, donde suavemente la Ruah nos lleve. Quedamos emplazados también en el envío de Sara. Este envío lo significamos en una piedrecita y una cruz. La primera como signo del camino, tanto recorrido como por recorrer, y el segundo como hecho que no podemos eludir en ese camino pero signo de fe, esperanza y caridad.
Terminamos nuestra celebración comunitaria cantando villancicos llenos de alegría por el encuentro con el Dios que nos ama sin límites.
Gerardo